Tanto el PLA como el R-PET son materiales que se ajustan a la economía circular, pero cada uno ofrece ventajas diferentes.

Conocer sus características es crucial para elegir el material más adecuado a vuestras necesidades.

PLA: compostable y procedente de fuentes renovables

El PLA es un material fabricado a partir de fuentes renovables, como el almidón de maíz.

  • Una vez utilizado, el PLA se composta industrialmente y se convierte en nutrientes para la tierra, reduciendo así los residuos.
  • Es esencial que se elimine correctamente, siguiendo el flujo de compostaje para garantizar todo su potencial ecológico.
R-PET: reciclado y reciclable

El R-PET es una opción excelente para quienes buscan promover una economía circular basada en el reciclaje.

  • El R-PET es un material que contiene hasta un 70% de plástico reciclado, y es totalmente reciclable al final de su vida útil.
  • El producto acabado puede reutilizarse para fabricar nuevos artículos, lo que contribuye a cerrar el ciclo de vida del material.
¿Por qué es importante elegir bien?

Conocer las diferencias entre PLA y R-PET permite tomar decisiones más informadas y responsables.

Si vuestro objetivo es reducir los residuos orgánicos, el PLA es la elección ideal.

Si, por el contrario, vuestro objetivo es valorizar el material reciclado y fomentar la circularidad de los productos, el R-PET es la solución adecuada.